jueves, 27 de junio de 2013
Gran Vía al amenecer
La belleza de la Gran Vía dicha por bocas ajenas era sin duda al anochecer,cuándo las luces de neón iluminan las fachadas bajas que suelen habitar ambos costados de esta gran avenida,pero para quién la conoció más allá de su rubor nocturno es más bella al amanecer.El ver la delgada linea que divide la noche con el amanecer en esta centrica avenida es desnudar la intimida de sus edificios, de sus habitantes y de sus luces nocturnas que se marchan en la claridad del día ,cuándo tiernos rayos del sol nos ofrecen el calor que nos negó la fría madrugada.Buscar los bancos de vieja madera junto al kiosco para pillar sol mientras los buses y coches comienzan con veloz andar la rutina que sólo enmudece al llegar esa fina linea de noche y día.
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