lunes, 30 de abril de 2012

Cibeles de noche

La Cibeles siempre mé saludo en las noches de ardiente calor madrileño cuándo el insomió era eterno.Bajar la Calle Alcala sin prisa y rodear su amplía rotonda que  me separa de ella; con la mirada fija en una Cibeles que se maquillabá  de tonos palidos y ausentes.Y mientras buscaba el amplio banco que nace en los pies de la Casa America para acompañar mi ultimo cigarrillo, sentía una enorme pena ofracerle mi espalda a la dama que acompañabá mis nocturnas caminatas sin tiempo.

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