La catedral del Almudena al amanecer.

Bajar por el Paseo de Extremadura  una hermosa y fresca mañana de otoño,es inolvidable,coger el diario del día en la boca del metro y tomar un descafeinado lo es aun más.Ir por la acera derecha sin perder el ritmo de mi andar despues de haber tomado el olorante cafe y leidó las noticias sobre el paro que aumenta cada día en el pais,no me incomoda.Pero al llegar al Puente de Segovía y levantar la miarada a la Almudena;mientras el semaforo pardea en amarillo;creo en los milagros;y pienso que esté día tendre suerte y podre coger un curro digno y cambíar de alquiler con más espacio.Pero nunca dejare de hacer estas caminatas que s ehacen frescas,despues de una noche de lluviosa en Madrid.