sábado, 20 de abril de 2013

Marcha madrileña en la Gran vía


Accidente en San Fernando de Cadiz


Plaza Colon en verano

El monumento a Colon es pequeño y aburrido,creo que es más llamativa la gorda de Botero que comparte espacio con Colon en su misma rotonda.En mis mañaneras caminatas con el cuerpo cargado de resaca(cruda)y trasnoches de viernes a hasta el domingo,siempre optaba por tomar una de tantas bancas que nacen en el camellón céntrico de la Castellana ,Paseo del prado o del Recoleto.Los domingo por la mañana era común tener infinidad de líquidos que compartian mis caminatas con un tierno sol que de mañana era inofensivo,pero al crecer el día se tornaba en una bestia de calor que enloquecía mi cabeza cada verano.Ya conocía mis sintomas de alergia que me provocaba el polen de los plataneros;de ahí que sólo cerraba los ojos y entendía las manos para disfrutar las hermosas mañanas de verano ignorando el remolino de preocupaciones que no me permitían sentir felicidad alguna.

Al ver marchitarse el fin de semana entre mis trastornada realidad,aun buscaba esperanzas por tener un buen curro(trabajo),mudarme a un digno sitio donde vivir o simplemente arreglar mi situación que cada día era más ilegal;tan ilegal que ya me sentía el hombre más perseguido de España,por no haber arreglado mi situación migratoria en los 4 años que ya tenía en estas tierras.Por ser un positivo nato, jamás me permití el lujo de autompadecerme ni llevar  el traje de victima;mi espirito aventurero y inteligencia emocional  me permitieron darme cuenta de toda esa gente en la que había  depositado mi confianza y terminaron ofreciéndome la espalda cuando más les necesitaba.Aunque les conocí en peores condiciones que las mías;también les ví recuperarse ami lado y con total descaro ignorar mi estrecho horizonte que me arrinconaba a la desesperación.

Plaza Mayor con soldado

Las entradas que nos llevan a la Plaza Mayor son variadas.Pero una de las más transitadas sin duda es la que llega por la calle Mayor.El aroma de calamares fritos al mediodía es irresistible,sobretodo  si el hambre es crecida;mientras más se avanza al centro de la Plaza Mayor, mayor es su aroma.Al terminar el bocadillo de de esas tiras fritas y empanizadas  de color palido amarillo dentro del pan,se opta por una caña(cerveza) qué nos refresca la cruda realidad de nuestra existencía en Madrid.

Al ser mexicano y estar ilegal en la llamada "madre patria" era una impotencia moral;era tener que ser un visionario en los caminos:mirar más allá de nuestros pasos;ver hasta el más lejano rincon por temor a ver municipales pedir documentos en cualquier sitio de la ciudad, tener que bajar de prisa, casi corriendo las escaleras  de la boca del metro para no ser retenido por los paisanos(policías vestidos de civiles) y buscar otra vía alterna mientras se voltea la mirada asegurándose qué se esta seguro.
Me gustaba el sarcasmo que en mi mente crecía al recordar la "madre patria",y en mis adentro repetía una de tantas frases que escapaban de los hispanos mal hablados "la madre que me pario".
Ya entre copas solía preguntarles a los amigos hispanos con total confianza-"¡sí en México se rumoraba entre romanticos trasnochados que vuestro país era la madre patria!-¿entonces los arabes son la abuela patría?"-

_"coñ,porqué dices eso tio".-respondía algún madrileño.
-"Pues porque fuisteis ocupados por más de 100 años por los árabes,y teneies la misma cara y facciones que los árabes y la fachada de los edificios aun tienen huellas musulmanas; de ahí que quizá la abuela patria  de algunos mexicanos romanticos sea la cultura árabe".

Calle Mayor y su aroma mexicana


Arturwork en pueblos de Madrid

El buscar un sueño sin documentos en un país estraño;es vivir de las promesas, es volver a comenzar una nueva vida.El ser mexicano en pueblos consumidos por el aburrimiento y carentes de sentido humano siempre fue el camino más transitado.

Los pueblos  que rodean Madrid son habitados por infinidad de inmigrantes que huyen de la redadas policiales:rumanos,ecuatorianos,colombianos,arabes ,gitanos, pero nunca mexicanos.

Era normal ver familias enteras de varias nacionalidades desde los abuelos hasta los sobrinos,jamás se les mira sólos,siempre tenian en apoyo familiar.Todos habian llegado a España con la ayuda de un ser cercano, en el fondo les aterraba vivir sólos,tomar sus propias decisiones, de ahí que al preguntar por mi familía algunos bulgaros, siempre  se apoderabá de elllos un gran silencio al contestarles-"para qué los quieros"-

Paseo del prado un domingo por la mañana