sábado, 20 de abril de 2013

Plaza Mayor con soldado

Las entradas que nos llevan a la Plaza Mayor son variadas.Pero una de las más transitadas sin duda es la que llega por la calle Mayor.El aroma de calamares fritos al mediodía es irresistible,sobretodo  si el hambre es crecida;mientras más se avanza al centro de la Plaza Mayor, mayor es su aroma.Al terminar el bocadillo de de esas tiras fritas y empanizadas  de color palido amarillo dentro del pan,se opta por una caña(cerveza) qué nos refresca la cruda realidad de nuestra existencía en Madrid.

Al ser mexicano y estar ilegal en la llamada "madre patria" era una impotencia moral;era tener que ser un visionario en los caminos:mirar más allá de nuestros pasos;ver hasta el más lejano rincon por temor a ver municipales pedir documentos en cualquier sitio de la ciudad, tener que bajar de prisa, casi corriendo las escaleras  de la boca del metro para no ser retenido por los paisanos(policías vestidos de civiles) y buscar otra vía alterna mientras se voltea la mirada asegurándose qué se esta seguro.
Me gustaba el sarcasmo que en mi mente crecía al recordar la "madre patria",y en mis adentro repetía una de tantas frases que escapaban de los hispanos mal hablados "la madre que me pario".
Ya entre copas solía preguntarles a los amigos hispanos con total confianza-"¡sí en México se rumoraba entre romanticos trasnochados que vuestro país era la madre patria!-¿entonces los arabes son la abuela patría?"-

_"coñ,porqué dices eso tio".-respondía algún madrileño.
-"Pues porque fuisteis ocupados por más de 100 años por los árabes,y teneies la misma cara y facciones que los árabes y la fachada de los edificios aun tienen huellas musulmanas; de ahí que quizá la abuela patria  de algunos mexicanos romanticos sea la cultura árabe".

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