domingo, 5 de agosto de 2012

Pasajes en los jardines exteriores del Ritz

Caminar el Paseo del Prado en tardes grises acompañado por una lluvia tímida en los inviernos más fríos de Madrid,  era una rutina que se prolongaba los sábados antes de llegar al restaurante donde mal trabajaba.Los cursillos que ofrecía la Comunidad de Madrid en centros sociales de Lavapies eran más que un aprendizaje técnico;era poder tener contacto con personas de diferentes culturas y países,pero similares en la realidad que nos abrigaba:carecer de una identidad ciudadana,buscar alquileres económicos,huir de la soledad que deja el ser ilegal y tratar de olvidar que estábamos tan distantes de lograr un espacio propio en la difícil escala social que respiraba en la ciudad.Logré sin titubeos cuatro reconocimientos en diferentes cursillo,ya tenía más de 3 años en el país y tenía claro lo que buscabá. Tenía facilidad y experiencia en la logística de ofrecer servicios al cliente, o de monitorear en redes el posicionamiento de un producto,marca o evento que involucre a un artista..Mi situación precaria al llegar a esté país mi hizo probar infinidad de trabajos:ayudante general en una compañía de teatro, donde tenia que cuidar de una artista que desparramaba inseguridad y del cual pude viajar y conocer las playas turísticas españolas en diferentes estaciones del año después ayudante inseguro de un inmigrante árabe que había  mal vivido en Germany y se abría camino en una empresa de transporte en esté país en compañía de una familia disfuncional donde siempre se gritaba y donde ante mi mal pagado sueldo y explotada situación me adentre más a fondo en la publicidad  comercial y trato directo con clientes de distintos rincones de la península al viajar constantemente en diferentes medios de transporte en mudanzas y donde siempre se cambiaba de operadores por el trato injusto de la "empresa",de ahí que conocí rumanos,búlgaros,árabes del medio oriente,colombianos,ecuatorianos,gitanos,españoles,bolivianos,argentinos,uruguayos con frecuencia en esos tramos largos de más de 1000 klmts por todo el país.Ya establecido en Madrid y con un ahorro precario y una madurez rápida,opte por no complicarme la vida y buscar en el ramo restarauntero el escape a mis frustraciones y poca posibilidad de lograr algo digno.Reseñas y fotografías formaban blogs que pronto eran visitados por infinidad de curioso y clientes que dejaban profundas opiniones en los correros electrónicos de la empresa,los nombres comerciales de los locales subian con facilidad en los primeros lugares del buscador, ya en el trato personal con los clientes llegaban solicitudes de amplias reservas de empresas y visitantes a Madrid en los restaurantes mexicanos,algunos eran tan curiosos y tan lejos cómo el de una reserva de una chica de Londres que buacaba una despedida  de soltera en el restaurante,llegaban gerentes de tours ingleses buscando la publicidad que habían visto en las páginas;miraban las mesas y sillas coloridas,los recuadros que colgaban en las paredes interiores,los menus,las bebidas,los sobreros coloridos que colgaban del tejado interior cubriendo las bombillas,el altar de chuches y especies mexicanas que habían quedado en el recuerdo,todas ellas tomadas en fotos coloridas que enmarcaban  a los visitantes que poblaban el cálido lugar.Los proveedores fueron felices al ver sus productos en coloridas fotos sobre la barra y me buscaban para ofrecer promoción cada fecha importante,la embajada mexicana en Madrid nos ofreció un espacio en la casona del embajador,un espacio donde la fila de visitantes hacía colapsar los productos que ofrecíamos;quizá esto sería normal si no hubiese conocido esos restaurantes antes de proponer mi idea,eran restaurantes solitarios donde solo ingresaban clientes de paso,clientes que consumían menús de promoción y donde se pensaba cerrar un restaurante cómo lo hacían muchos en Madrid ante la crisis que se vivía..Desgraciadamente la vida que imaginaba en el restaurante era muy distinta al que solía vivir,los dueños seguían ofreciendo un sueldo de miseria,mientras el local de abarrotaba de clientes,seguían ofreciéndome lo necesario para sobrevivir,ya no me inmute cuándo se negaron ofrecer el contrato de trabajo que me habían prometido,ya no era ingenuo y simplemente tomaba las cosas con tranquilidad y había tomado el éxito de los restaurantes cómo un logro propio,cómo una idea que había nacido en mis locos pensamiento cada ves que visitaba la historia del hotel Rex en  esas caminatas sin tiempo.E
 publicista de restaurantes y bares en internet;iempre buscabá información para ofrecer a selectos públicos el producto que ofrecían dichos establecimientos.Y más de una ves recorría Recoleto en tardes invernales en que todos los turistas toman el centro de la ciudad.Rodear la rotonda de Neptuno y cruzar rumbo al Mudeo del Prado para despues cruzar la calle que hace esquina con el Hotel Ritz;contemplabá las publicasiones que nos hiban explicando la vida en partes de esté lugar sagrado en historía.Mientras fumaba sin parar nacían en mi imaginación los vailes y las galas de epocas pasadas,grandes personajes bajarón por unas escalinatas victorianas que habita en su interior.Los restaurantes mexicanos donde solía actualizar las paginas no tenían originalidad,todos se copiaban en su interior,crepian que con poner sombreros charros y sillas coloridas era mostrar a México.La gastronomía era la misa en todos los locales, muy lejos de la realidad mexicana.De ahí que siempre busca explotar la originalidad,basandome en la región donde naci,muy difrente al

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