lunes, 19 de noviembre de 2012

Ciudad mexicana donde aprendì a cuestionar la vida

El llegar a la ciudad donde nací, después de  haber estado en España por más de 5 años fue una erupción de emociones encontradas.La recuerdo la primera ves que la estañe, fue cuando estaba en los frías camastros compartiendo habitación con variados ilegales de diferentes países en las  frías cárceles municipales de Madrid,sobretodo en Leganitos habíamos sidos detenidos por no tener permiso de residencia y por haber cuestionado si los municipales tenian ordenes de aprensiòn contra una familia sudamericana.Fue una noche de otoño y, el frió hacia imposible pillar sueño.Pero olvidando los comentarios de sudamericanos y asiáticos que murmuraban cómo habían sido detenidos y que futuro nos esperaría,yo simplemente cerraba los ojos,imaginaba estar caminado en este hermoso lago con mis hermanos y mis padres, podía percibir el aroma del lago y la calidez del sol que nunca se marchita en México, podía ser acariciado por mi madre mientras me comía de besos, o seguir a mi viejo para arrojar piedras al lago.Y donde por instantes quedaba mudo de pensamientos, contemplando el horizonte y preguntándome cosas tontas, como decía mi viejo-'¿que hay más allá del horizonte,a donde van las nubes cuando termina el día¿-
 Al día siguiente un municipal gritaba mi nombre , para decirme que recogiera mis cosas y pasara a firmar mi primera carta de expulsión,aún hacia frió , pero el más fuerte en escalofrió que sentía en el alma, me dirija a la Plaza de Santo Domingo a tomar  los cálidos rayos del sol y reflexionar  sobre mi situación  mientras leìa   las tres hojas que formaban la carta ;era una ironía esperar tres años para poder arreglar mi situación por Arraigo Social,después de haber vivido las mejores noches madrileñas con variados amigos, después de haber viajado en diferentes galas con la compañía de teatro por las ciudades más bella del país y haber conocido gente que  son fáciles de olvidar, pensaba en mi familia, en mis viejos, y quizá de volver a la realidad que no quería reconocer.Despues para levantar mi ego y mi seguridad y tirar  hacia adelante,pensabà mientras fumaba un cigarro que me dieron unos filipinos ;"estuve mas de tres años en estè paìs sin meterme nada; sòlo cerveza y algunos tequilas , estuvè conviviendo con gente de todas las escalas sociales,(incluyendo el mundillo artistico)sin haber hecho alguna falta ,mientras mirabà gente que se metía cocaína,fumaban porros,iban de putas,jamàs robe,jamàs le falte el respeto a nadien;siempre conserve el orgullo de la familìa muy en alto,pude denunciar a jefes y amigos corruptos antes las autoridades para conseguir residencìa,pero era algo con lo que no podía tener la consiencìa tranquila, quizà mi gran falta fue pensar que estabà en Mèxico .

Hoy vuelvo a caminar los lugares que nunca olvide y que tanto me ayudaron en la distancia , aunque ya no este mi viejo ni sus consejos,pero seguro que le comentaría sobre mis fuerzas interiores de seguir viendo la vida cómo yo quiero que sea, donde aún recuerdo un poema que leí en mi juventud (alguna vez quise volar al mundo mágico de la poesía y las letras, pero al ver el rostro serio de mis viejos,  me di cuenta que el hombre no puede dejar el tiempo que le toco vivir)donde no existen fronteras para vivir los sueños,donde basta ver la mirada de las personas que estimamos para saber que nos traicionaran si hay interés de por medio, donde gente sin escrúpulos ni calidad moral no se lo piensan dos veces para ocupar el lugar menos sensible,-seguro que me contestaría.-....para que buscas lo que nunca perdiste.

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