Recuerdo varías caminatas bajo los tupidos plataneros en una primavera que agonizaba bajo ardientes rayos del sol.Los que sufrimos alergias por el terrible polen que se esparce en la ciudad,evitábamos los plataneros;pero en ocasiones no había otra ruta por donde caminar y sufrir fuertes dolores de cabeza,estornudos , parpados hinchados y una terrible tos que algunas veces terminaba en asma .Recuerdo una tarde con el cuerpo débil y pies cansados,sin un duro en los bolsillos y con la tripa vacía buscando una banca donde tomar descanso bajo fuertes rayos de sol y, al ver esa estatua femenina que se tomaba la cabeza cubriendo un dolor imaginado cerca de la Plaza Colon; cerré los ojos y por un instante imagine qué el dolor terminaba en mi.El mormullo de los coches y el aire que corría sin prisa a mi espalda me hicieron dormir más de una hora.
Visitar la seguridad social, siendo inmigrante es difícil, sobretodo porque siempre que le visitaba nunca había cita disponible.Al caer la noche los síntomas terminaban y podía hacer vida social sin quejarme;pero sin dejar de ver ese terrible polen vagar entre la palides de las farolas que iluminaban mis pasos, en esè Madrid nocturno.
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